Cómo ser un buen agente inmobiliario

Ser un buen agente inmobiliario requiere de diversas cualidades y destrezas. También la experiencia es importante, así como disponer de los medios adecuados para el desarrollo de la profesión.

Vamos a hablar de las que serían las cualidades más comunes y deseables para nosotros.

Profesionales por vocación y mucho más

Es importante estar motivado, ya que esa es una de las claves del éxito para cualquiera. Aunque, si lo que te interesa es que otras personas confíen en ti y cuenten contigo, vas a necesitar mucho más.

Por ejemplo, una red de contactos y portales en donde publicitar a tus clientes. Así como mantenerte informado de las novedades y los cambios de tendencias en el mercado.

Trabajar de forma local o independiente siempre es complicado y limitante. Sin embargo, contar con una red de profesionales con quienes intercambiar información, te ayudará a cerrar más contratos.

Pero a eso tendrás que sumar tus valores como profesional. Por ejemplo, tus habilidades para tratar con las personas, escuchar y entender exactamente lo que necesitan.

Ser un buen negociador, ágil y rápido, pero que también transmita confianza. Algo que suele ir de la mano de la honestidad y de la cantidad de información de que dispongas.

Por lo que es importante que estudies las opciones, a los compradores y a los vendedores. Que sepas lo que busca y valora cada uno. Así como qué puede ofrecer cada viviendas que pasa por tus manos.

Y, más allá de limitarlo todo a las puras transacciones económicas, recuerda que esto va de sueños. Aquí hablamos de construir un futuro, de espacios que ilusionan, de familias con proyectos de crecimiento…

Una compra o una venta de un piso tiene un gran peso emocional. Recordarlo te ayudará a mejorar.

La formación es un factor muy importante

Seguro que en algunos de los puntos que comentábamos has intuido la necesidad de educarse al respecto. Pero hay muchos más en los que esa educación es esencial.

Por ejemplo, debes conocer todos los términos legales que afectan a estas transacciones. Los tipos de contratos que existen, las obligaciones de las partes.

Así como entender los documentos en los que se registra la información que necesitas para el desempeño de tu trabajo. Las escrituras, las notas simples, los valores catastrales y demás.

Tendrás que poder redactar contratos entre las partes y aconsejarles sobre ellos. También estar familiarizado con las hipotecas, las exigencias bancarias y todo lo necesario para pedirlas.

De esta forma sabrías si una operación saldrá o no adelante o podrías buscar formas de conseguirlo. Eso tendría valor para un cliente porque supondría una ayuda muy necesaria.

Deberías poder guiar a tus clientes en todas sus necesidades y dudas durante los procesos de compraventa o alquiler de inmuebles.

Formación y experiencia son un gran dúo

Porque cuando dispones de la formación necesaria y, además conoces el mercado, todo es más sencillo. Puedes tener una cartera de clientes que recurran a ti.

Asimismo, sabrás en qué lugares se venden más viviendas o cuándo va a crecer la demanda de algún distrito. Qué pisos tienen más posibilidades y qué cosas hay que cambiar en el resto de ellos.

Podrás identificar con rapidez los perfiles de los tipos de clientes para ofrecerles justo lo que necesitan. Eso te ayudará a ser más eficiente y a diseñar mejores campañas de marketing y comercialización.

Conocerás los pormenores de las tasaciones inmobiliarias. Con lo que te será fácil, con la práctica, calcular el valor de las viviendas. Y las técnicas para mejorar ese valor y ofrecer un mayor beneficio a tus clientes.

Finalmente, antes hablábamos del peso emocional. Y lo cierto es que tu objetivo no es vender un piso; sus ladrillos o acabados. Tienes que vender una zona, una vida y todas sus posibilidades.

No obstante, hay muchos otros detalles importantes que se adquieren con el tiempo y la dedicación. Incluso podrías especializarte en algún tipo concreto de construcción, industrial o doméstica, para ser más eficiente.

Las naves, locales comerciales, oficinas, garajes, edificios, unifamiliares… Cada tipo de espacio tiene unas características concretas y unas limitaciones. Y tanto tú como tus clientes deben conocerlas.

Todo este conjunto de cualidades son las que puedes esperar de los profesionales que formamos FUTURPISO. Porque ser un buen agente inmobiliario es un deseo constante de todos nosotros.

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